Este proyecto, situado en una exclusiva comunidad cerrada a escasos 100 metros de una playa paradisíaca y prácticamente desierta, está diseñado para maximizar la conexión con el entorno costero. La arquitectura de la casa ha sido cuidadosamente planificada para que todas las habitaciones disfruten de vistas directas hacia la piscina y los espacios de recreación, asegurando una experiencia uniforme y envolvente para todos los residentes. Los espacios comunes, concebidos bajo un concepto abierto y con impresionantes techos de doble altura, están diseñados para aprovechar la brisa marina, creando ambientes naturalmente frescos y confortables. La proximidad al mar y el uso de maderas sostenibles provenientes de fincas forestales manejadas de manera responsable no solo destacan el compromiso con la sostenibilidad, sino que también integran la belleza natural del entorno en cada detalle del diseño.